Te quise escuchar y nunca aprendí a hacerlo.
Te quise tocar y no supe aprender cómo.
Te quise sentir pero no existía el tiempo.
Te quise toda para mí y te dejé en la oportunidad.
Te quise desde lejos y estando cerca.
Te quise arreglar y parecías oxidada.
Te quise con curvas y sin ellas.
Te quise con altos y bajos.
Te quise con todo y conmigo.
Te quise de todas las maderas.
Ahora otros dedos tocan tu cuerpo.
Ahora otras manos te sostienen.
Ahora otros momentos creas.
Ahora otras melodías generas.
Ahora otro te aprovecha.
Ahora otro te posa sobre su pierna.
Ahora que ya no estás...
Ahora te echo de menos.
Alma.
Mi guitarra.