Te veo al levantarme y caminar.
Te veo en el agua y en mi piel.
Te veo en el desayuno, ese pan y miel.
Te veo en las orillas y en los abismos.
Te veo en la sopa y en las letras.
Te veo en el atardecer y sus colores.
Te veo a la mar y con la arena en mis pies.
Te veo al cerrar la puerta y subir la persiana.
Te veo en la tasa con leche tibia y galletas.
Te veo cada mañana, cada tarde, cada noche.
Te veo.
Allí.